Entrevista con el Dr. Hamer sobre la «Nueva Medicina Germánica»

Lo que se presenta aquí ha sido traducido de una grabación alemana producida por Editorial «Amici di Dirk», Colonia, Alemania en 1992.

El propósito es de introducir al público a la «Nueva Medicina» del Dr. Ryke Geerd Hamer; y a sus libros «CÁNCER, ENFERMEDAD DE LA PSIQUE» y «LEGADO DE UNA NUEVA MEDICINA, Volumen 1, El sistema ontogénico de los tumores, incluyendo el cáncer, la leucemia, la psicosis y la epilepsia».

Esta información lo familiarizará a usted con el tópico de estos libros.
La grabación, en la cual se discuten enfermedades específicas; así como por ejemplo tipos diversos de cáncer y enfermedades cáncero –equivalentes ayuda a comprender el sistema de la Nueva Medicina Germánica.

Pregunta 1:

¿Dr. Hamer, qué le motivó a investigar el cáncer y a hacer conexiones entre la psique y las enfermedades?

No me ocupé de esto realmente hasta el 1978. Era doctor de medicina interna y había trabajado en clínicas universitarias durante quince años, cinco de ellos como profesor. Tenía también mi práctica privada y la tuve por algunos años hasta 1978. Pero entonces sucedió algo terrible: mientras dormía en un bote, mi hijo Dirk fue abaleado, sin razón, por un loco, un príncipe italiano. Este fue un choque terrible para mí, repentino e inesperado, y me sentí incapacitado para reaccionar.

Los eventos o conflictos cotidianos no nos pillan generalmente de esta manera “desprevenida”. En general tenemos la oportunidad de prevenir los conflictos normales que enfrentamos a diario, pero aquellos conflictos para los cuales no nos podemos preparar y que nos causan esta sensación de desamparo, esta inhabilidad de reaccionar, esencialmente crean un choque pánico. Estos conflictos los denominamos conflictos biológicos.

En 1978 se me desarrolló un cáncer testicular de tal conflicto biológico, un así llamado «conflicto de pérdida.» Como jamás había estado seriamente enfermo, me preguntaba si es que mi condición no tendría algo que ver con la muerte de mi hijo. Tres años más tarde, como jefe de medicina interna en una clínica ginecológica-oncológica en la universidad de Munich tuve la oportunidad de estudiar pacientes femeninas con cáncer y de comparar mis hallazgos para ver si es que el mecanismo en el caso de ellas había sido similar al mío; si es que también ellas habían experimentado un choque tan terrible.

Descubrí que todas ellas, sin excepción, habían experimentado el mismo tipo de conflicto biológico que había sufrido yo. Fueron capaces de recordar el choque, el insomnio resultante, pérdida de peso, manos frías y el comienzo del crecimiento de un tumor. Al mismo tiempo, mi punto de vista difería profundamente de los conceptos médicos prevalecientes en aquel entonces, y cuando les presenté estos descubrimientos a mis colegas; ellos me dieron un ultimátum: ya bien negaba mis descubrimientos o dejaba la clínica de inmediato.

Pregunta 2:

¡Suena como la edad media! ¿Cómo reaccionó?

Me fue imposible negar lo que me parecía era la verdad, de manera que me fui. Este despido injusto me llevó a perder mi confianza en mí mismo. Recuerdo claramente mi frustración y desengaño al ser echado de la clínica por presentar conocimientos científicos nuevos, incontrovertibles, metódicamente investigados. Me parecía que tal cosa era imposible. Fue muy traumático y me fue muy difícil examinar mis últimos doscientos pacientes. Sin embargo terminé mis estudios y en el último día nació la LEY FÉRREA DEL CÁNCER (LFC).

Pregunta 3:

¿Quizás pudiera Usted explicarnos en términos simples los criterios esenciales de la LFC?

La LFC es una ley biológica. Cumple con tres criterios. El primero es que cualquier cáncer o enfermedad cáncero-equivalente es iniciada por un DHS. Este es un evento de choque conflictivo sumamente severo, altamente agudo, dramático y que a uno lo aísla y que se manifiesta simultáneamente en tres niveles:
a) en la psique
b) en el cerebro
c) en el órgano

El DHS es el síndrome de Dirk Hamer. Lo llamé así porque el choque de la muerte de mi hijo me causó cáncer testicular. Este DHS se ha convertido en el foco principal de la Nueva Medicina Germánica.
En cada caso particular de una enfermedad, nos corresponde trabajar en forma concienzuda para encontrar el DHS con todas sus variables. Tenemos que remontarnos en el pensamiento al evento mismo para entender porqué alguien se ve afectado por este problema-conflicto biológico; la razón por la que fue tan traumático, porqué no hubo nadie con quien discutirlo y porqué fue un problema.
Un buen doctor debe ser capaz de transferirse al alma misma de un niño, de un anciano, de una muchacha joven o incluso de un animal en el momento de un DHS. Solo entonces será capaz de descubrir el conflicto biológico y distinguirlo de cientos de otros problemas.

Pregunta 4:

¿La LFC tiene otros dos criterios?

Sí. El segundo es que en el momento del DHS el contenido del conflicto determina (a) el FH (foco de Hamer), que es el lugar específico en el cerebro, y (b) la ubicación del cáncer o enfermedad cáncero-equivalente en los órganos del cuerpo. Cada conflicto tiene un contenido específico que se define exactamente en el momento del DHS. El producto/resultado del contenido del conflicto es “asociativo», lo que quiere decir que sucede inconscientemente y por lo tanto pasa desapercibido por nuestra comprensión consciente. Por ejemplo, un chofer involucrado en un accidente, cuyo camión pierde todo el petróleo o leche que llevaba como carga, son ejemplos de conflictos típicamente relacionados con “agua-líquido”. La asociación del choque del accidente causa un conflicto biológico relacionado con agua-líquido que se evidencia como una enfermedad específica – un cáncer del riñón.

Pregunta 5:

¿Quiere esto decir que cada evento y su contenido conflictivo se relaciona con un tipo bien definido de cáncer y se manifiesta en un área específica del cerebro?

Sí, un relé muy específico en el cerebro. En el caso del cáncer al riñón causado por la ocurrencia de un conflicto de agua-líquido, una especie de corto circuito se da a lugar en el momento del DHS en un lugar predeterminado del cerebro, causando un problema ya sea en el riñón izquierdo o el derecho, según el caso.
Este corto circuito, que se manifiesta como una lesión en el cerebro, se puede fotografiar con tomografía computerizada (TAC) y se ve como los círculos concéntricos de un tiro al blanco, o como la imagen que se forma en la superficie del agua tranquila, cuando uno tira una piedra dentro de ella. Los radiólogos han confundido estos anillos con defectos creados por la maquinaria. Este relé en el cerebro se llama el FH. Este nombre, incidentalmente, se lo debo a mis detractores quienes sardónicamente se referían a ellos como Focos de Hamer, ó, los chistosos asientos de Hamer.

Pregunta 6:

¿Y cuál es el tercer criterio de la LFC?

El tercer criterio es que el transcurso del conflicto corresponde al desarrollo específico del FH en el cerebro y un desarrollo muy determinado de cáncer o enfermedad cáncero equivalente en el órgano.
En otras palabras, este conflicto biológico impacta tres niveles simultáneamente: la psique, el cerebro y el órgano. Ahora ya es obvio y está bien comprobado que el transcurso del conflicto está sincronizado en los tres niveles.

Vale decir que el sistema está predeterminado en un sentido significativo desde un punto de vista científico porque, si uno conoce la ubicación exacta en cualquiera de los tres niveles, los otros dos pueden ser ubicados y descifrados. Esto quiere decir que tenemos un organismo que podemos representar en tres niveles, pero que en verdad es una unidad.

La siguiente anécdota es una buena ilustración de este tema: después de una charla que di en Viena en Mayo del 1991, un doctor me entregó la tomografía computerizada de un paciente y me pidió que discutiera el estado orgánico de esta persona, y a qué conflictos se debía. Haban veinte colegas presentes, incluyendo radiólogos y especialistas en TAC.
De los tres niveles tenía yo ante mi nada más que el nivel cerebral. Estos TAC del cerebro me permitieron diagnosticar un cáncer nuevo de la vejiga comenzando a sangrar, en su estado de curación, un antiguo carcinoma de la próstata, diabetes, un viejo carcinoma pulmonar, y una parálisis sensorial de un área específica del cuerpo, así como por supuesto los correspondientes conflictos.
El doctor se paró para felicitarme. “Cinco diagnosis y cinco aciertos. Eso es exactamente lo que el paciente tiene y es Usted capaz incluso de diferenciar lo que sucedió antes y lo que está pasando ahora ¡Fantástico!»Uno de los radiólogos me dijo: «Me ha convencido con su método. ¿Como hubiera podido adivinar un nuevo carcinoma sangrante? Yo no podía ver cosa alguna en el TAC pero ahora que nos ha mostrado Usted el relé me es posible ir viendo sus hallazgos.»

Pregunta 7:

Quizás pudiéramos hablar unos momentos sobre el nivel psíquico. ¿Cómo sabría yo si he tenido un choque que pudiera resultar en un cáncer? ¿Cómo lo reconocería?

Hay signos muy específicos que claramente permiten distinguir los problemas cotidianos y conflictos diarios de nuestras vidas de estos otros. Desde el primer momento de un DHS, experimentaría usted estrés continuo al sistema nervioso simpático. Los síntomas incluirían manos y/o pies fríos, pérdida de apetito, pérdida de peso, insomnio así como una preocupación constante, noche y día, con el contenido del conflicto. Esta situación sólo cambia cuando el conflicto ha sido resuelto. A diferencia de los problemas cotidianos vemos que el paciente cae en una fase de estrés continuo que causará síntomas específicos así como un crecimiento canceroso. El FH en el cerebro, que se hace visible de inmediato, muestra que la psique del paciente manifiesta síntomas definidos, precisos que no pueden ser ignorados.

Pregunta 8:

¿Qué ocurre cuando tal conflicto biológico ha sido resuelto?

Cuando un conflicto biológico se ha resuelto podemos ver síntomas muy claros a nivel psíquico, así como a nivel del cerebro y a nivel orgánico. A nivel psíquico y vegetativo vemos que el paciente ha cesado de pensar obsesivamente sobre el contenido de su conflicto. Las manos repentinamente vuelven a estar calientes, el apetito mejora, se normaliza el peso y el paciente comienza a dormir mejor. Puede haber cansancio, debilidad y una necesidad de descansar. De ninguna forma es esto el principio del fin, sino al contrario, un signo muy positivo. Esta fase curativa varía en su duración, dependiendo de lo que haya durado el conflicto anterior. En el ápice de la fase de curación, mientras el cuerpo retiene gran cantidad de agua, observamos la crisis epiléptica o epileptoide que manifiesta diferentes síntomas para cada enfermedad.

Después de la crisis epiléptica-epileptoide, el cuerpo se deshace del líquido en la hinchazón (infiltración de los tejidos con agua) y lentamente vuelve a la normalidad, el paciente siente retornar sus fuerzas. Vemos un desarrollo paralelo en el cerebro – donde el FH mostraba una configuración de anillos en diana durante la fase activa del conflicto, durante la fase de curación muestra un edema. También podemos observar sobre el escáner TAC como los anillos del FH se oscurecen y se hacen más turbios a medida que el relé entero se hincha durante este tiempo. Esta crisis epiléptica o epileptoide, accionada por el cerebro, denota la cúspide del edema y a la vez el comienzo de la renormalización. En la segunda mitad de la fase de curación, el tejido conectivo del cerebro, en sí inofensivo, el tejido glial, llena el FH para repararlo. Este tejido verdaderamente inocuo, que se colorea de blanco en un escáner de TAC al aplicarse tintura de yodo, se confundía antes con un tumor cerebral y se operaba. Puesto que en sí, las células cerebrales no se pueden multiplicar después del nacimiento, los tumores cerebrales VERÍDICOS no pueden existir.

A nivel orgánico vemos que el crecimiento canceroso cesa. Esto significa que el conflicto biológico ha sido resuelto – a esto le llamamos «conflictolisis». Esta es una percepción muy importante que define la terapia a seguir. A nivel orgánico vemos una clara mejoría de curación, que discutiremos más adelante. Incluso la crisis epiléptica se muestra en los dos niveles correspondientes así como a nivel del órgano (psique, cerebro y órgano).

Glosario de conceptos:

Anamnesis: Recuerdo del pasado
Tronco cerebral: el cerebro más antiguo
Caquexia: pérdida de la salud inducida por pronósticos, medicación, sobredosis, radiación y/o quimioterapia
Carcinoma: un cáncer (en concepción médica tradicional)
Cerebelo: el cerebro antiguo
Cerebro: el cerebro nuevo dividido en dos hemisferios – para el paciente diestro(a) .. el cerebro derecho es el lado masculino y el izquierdo es el lado femenino. Para pacientes zurdos esto se invierte
Fase de conflicto activo: «fase activa» – del cerebro antiguo, es crecimiento de tejidos; del cerebro nuevo, es destrucción de tejidos. Esto se invierte en la fase de curación
Conflictolisis: resolución del conflicto
Escáner TAC: tomografía computarizada del cerebro
DHS: Síndrome de Dirk Hamer – choque conflictivo – el contenido del conflicto determina el FH en el cerebro y la localización del cáncer en el órgano
Edema: infiltración del tejido con fluido; señal de restitución/ fase de curación
Debilitamiento: pérdida de fuerza nerviosa o vigor
Fata Morgana: ilusión – algo que parece real pero no lo es
Fase de curación: «Hot» fase curativa solamente después de haber resuelto un conflicto (el cáncer cesa)
HH: Foco de Hamer – FH en el cerebro es el área del relé que vincula al cerebro con la localidad en el órgano
Histología: estudio de los tejidos
LFC: Ley Férrea del Cáncer
Simpaticotonía: fase activa de la enfermedad
Vagotonía: fase de curación

Más información sobre «Nueva Medicina Germánica» en http://www.newmedicine.ca/

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